martes, 30 de marzo de 2010

Para mi querida maestra Abril Gamboa

Esto lo escribí hace un par de años para la Profra. Abril Gamboa, una de las mejores maestras que existen

ABRIL
(con mi agradecimiento a una excelente profesora)
Abril te sonríe cuando le das la mano,
extiende su fragancia a flores de primavera,
alegra la vida de todos los que toca,
florece y reverdece, nace y se recrea.

Lluvia ligera es su regaño,
brisa suave que instruye y alimenta,
suaves tempestades que la ira desata,
muestra innegable de su total entrega.

Risas, cantos, voz suave que embelesa,
la música amable de la estación,
aquella juvenil, tierna y soleada
cuando la vida es bella.

El camino se hace fácil con su guía serena,
te toma de la mano y te lleva,
amiga, hermana, confidente, maestra,
quiere, cuida, escucha y enseña.

Abril termina con noches claras,
titilan coquetas en su cielo las estrellas,
a lo lejos la guitarra canta sus acordes,
promesa de alegrías la siguiente primavera.

un recuerdo para Robin...

En mis peores momentos la imagen de Robin saliendo de su casa y caminando hacia mi, sigue siendo uno de los mejores apoyos con los que cuento, vaya esto como agradecimiento.

Robin es la niña de los ojos felices,
que vuelan inmensos en su rostro claro.
Robin es la niña del pelo largo
que vuela al viento como árbol incendiado.

Robin es la niña del traje azul,
azul como el cielo inmenso,
azul como el mar calmado,
azul, azul, azul claro.

Robin es la niña de los labios rojos,
que vuelan suaves frente a sus dientes blancos.
Robin es la niña de porte alto,
de cuerpo en espiga como trigo renovado.

Robin: ¡vuela!
Vuelan tus jóvenes años.
Robin disfruta el cielo.
Vuela para mis ojos cansados.

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