No soy misógino...

“ No soy misógino por voluntad propia
así me hizo la vida,
así se escribe la historia.
Por que Disney dice que son princesas
y viven un cuento de hadas,
esperan la llegada
del príncipe, con besos y espadas.
Mientras uno jodiéndose el lomo,
trabajando para ser proveedor,
y esclavo de sus miradas.

No soy misógino por voluntad propia,
Pedro Infante así las trataba,
y crecí con sus películas,
con su canciones y tequilas.
Me he de comer esa tuna,
he de domar a la potranca,
su lugar es la casa,
mi vieja no habla sin mi permiso,
le cierro la boca con la mirada.

No soy misógino por voluntad propia,
pero esa cantaleta de la caballerosidad:
cédeles el asiento,
ayúdales con las maletas,
Diga lo que te diga,
Es mujer y debes respetarla…
Me encienden las entrañas.
¿Pues no quieren ser iguales?
Que se vayan de pie y cargadas.

No soy misógino por voluntad propia,
pero detesto su arrogancia,
quieren ser dominantes,
reinas y guerreras,
Pero chantajean con debilidad,
lágrimas,
y mi madre como prueba,
mi ex esposa, mis ex novias,
mis hijas, mi suegra.

No soy misógino por voluntad propia,
pero las mujeres de mi casa
atacan a todas las de fuera,
ninguna es tan digna,
tan perfecta, tan honrada,
Pues, ¡de verdad son fregaderas!
Que no deseo como esposa
Ni a mi prima, ni a mi tía,
Ni a mi madre o hermanas.
Y sin opciones me dejan.

No soy misógino por voluntad propia,
yo sólo quería amarlas,
pero mientras más las conozco
más les temo,
de ellas vienen todas las desgracias,
incluyo a parientes,
conocidas.
Mujeres divinas,
no queda otro camino…
que domesticarlas.”