APUNTES MISOGINOS II

OTRO POCO DE LOS APUNTES...
VIERNES DE JUNIO, EL BEBÉ ESTÁ DORMIDO ¡AL FIN!




Pensaba esta mañana en la amistad y agradezco la ventaja de ser hombre y tener amigos hombres. Aquella vieja frase que un comercial explota tan bien en estos días de “chica ¿sabes que? Tu amigo te quiere dar” no deja de hacerme reír y afirma mis paradigmas. Recuerdo muy bien a aquella chica mayor que yo, estudiaba conmigo en la universidad, teníamos pláticas extensas sobre la vida, deseos y frustraciones, sueños cumplidos, sueños callados, íntimamente vergonzantes. Y recuerdo lo admirada que se sentía cuando con ojos de cariño fraterno me veía y exclamaba jubilosa “jamás he conocido a un hombre con tanta paciencia e interés por mí, por mi vida”. Yo sonreía calculando el tiempo invertido, más el dinero gastado, la paciencia adquirida y las oportunidades desaprovechadas… El resultado era halagüeño, yo la quería a ella (no lo adornen, el verbo querer esta fuera de contexto si lo refieren a sentimientos) y ella no tardaría en entregarse. Cuando finalmente pasó, porque si, inevitablemente tenía que pasar, yo tuve la fortuna de encontrar un trabajo en el cual ocupar mis tardes, lo que nos terminó separando y dejando un recuerdo de que fuimos amigos, tan amigos que incluso nos compartimos como sólo dos excelentes amigos se podían compartir, ella ahora lo justifica con…”ya sabes, la edad…el alcohol, aquel momento doloroso…”



Ahora cuando mis cuñadas llegan y hablan de los celos de sus parejas, de lo imbécil que les parece que sus maridos se encelen por aquel idiota que comparte la oficina con ellas y que no puede ser más que su mejor amigo, ese con el que bromean sobre ellos y con el que se confían en momentos de tristeza, que esta casado o comprometido, que es feo e inútil, aun ahora, no puedo dejar de pensar que hay cosas en este mundo que jamás van a cambiar…las miro paciente y les digo “hey chica ¿sabes que? Tu amigo te quiere dar”



¿Imposible? ¿mal pensado? ¿amargado? No, nada de eso, hombre, solamente la verdad, todos lo sabemos aunque pocos lo aceptamos, nos interesamos en el peinado, las decepciones amorosas, la familia y sus desgracias, de “esas”, nuestras “queridas” amigas, porque ¿saben que? Les queremos dar.