No es igual,
la tarde sin tí,
no es igual,
el silencio de tu risa,
el entorno de tus ojos,
la brisa de tu cuerpo,
cuando baila, camina,
tan propio, tan ajeno.
Estoy a punto de perder
las ganas, la voluntad,
estoy a punto de prender
el cigarro que juré jamás tocar,
y llenar el vacío,
de mi pecho,
de mi lecho,
con el humo del tabaco,
con el aire impuro,
del olvido, del futuro,
del pasado...
y dice el cuervo:
nunca más.
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